miércoles, 18 de septiembre de 2013
Geranio tras cristal al atardecer
Ahí estás, impasible.
Esperas tu momento. Retratado, fotografiado...
y esos valientes que te relatan.
Y tú, ¡qué! Esperando un nuevo atardecer. Otro. ¿Nuevo?
¿Y los demás? Fantaseando con tu origen, tu dignidad, tu sencillez.
Tú, sin más.
Hasta símiles con la vida te alcanzan: Oh, pobre geranio en jardinera, colgando en lo alto.
Y tú y yo aquí, con filosofías de pacotilla.
¿Quiénes somos?
¡Ay!
Y sencillamente eres un precioso geranio tras cristal al atardecer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario